Foto: David Ardila
La propuesta de Maryluz Mejía, presidenta de Acodal (Asociación Colombiana de Ingeniería Sanitaria y Ambiental), de crear una Agencia Colombiana del Agua, se mantuvo durante el cierre del Congreso Internacional del Agua, que tuvo lugar los últimos días en Santa Marta.
Durante un conversatorio sobre las reformas ambientales que requerirá un nuevo Plan Nacional de Desarrollo, el primero en reiterar la iniciativa fue el senador por el Partido Verde, Antonio Navarro Wolff.
Según él, lo relacionado con el líquido vital ha rebotado por años de institución en institución, razón por la cual no hay una política coherente al respecto y el país no está lo suficientemente preparado para enfrentar el cambio climático.
En razón de ello, dice, la agencia tiene que existir, y la creación de ésta deberá tomar provecho del reciente fallo que emitió el Consejo de Estado, en el que da un plazo de máximo tres años para poner a rodar un plan de salvamento del río Bogotá que siente las bases de su descontaminación definitiva.
Navarro Wolff explica que entre las acciones que ordena el Alto Tribunal está la de crear una gerencia estratégica de la cuenca, paso que califica como “el primero en muchos años en ir hacia lo correcto” y que debería interpretarse como una oportunidad para hacer lo mismo con las cinco grandes macrocuencas del país (Magdalena, Cauca, Caribe, Amazonas, Pacífico y Orinoco), las cuales proveen 2.265 kilómetros cuadrados de agua dulce.
En vista de que, para él, es un hecho que “las políticas de agua en Colombia las están dirigiendo los desastres y los jueces”, lo que se implementará respecto al río Bogotá, concluye, deberá replicarse a otros acuíferos hasta que, por la vía del cumplimiento de una decisión judicial, se llegue a la consolidación de una Agencia Nacional del Agua.
Para Clara López Obregón, excandidata presidencial del Polo Democrático, el grado de crisis al que ha llegado el sistema ambiental colombiano hace que “ni siquiera merezca su nombre”, al tiempo que refleja las consecuencias de una “total ausencia de una política pública ambiental”.
Por ello, según López, hay que aprovechar el próximo Plan Nacional de Desarrollo para articular una gerencia estratégica de macrocuencas y una Agencia Nacional del Agua.
Estas, agrega, tendrán que tener facultades específicas de intervención estatal, capacidad regulatoria real y poder para imponer, ya que “no es sensato pensar en simples recomendaciones a una cantidad de entidades que han sido resistentes a cualquier reforma y que todos los días están más contaminadas de clientelismo y falta de capacidad”.
De acuerdo con la excandidata, el país “está en pañales” para enfrentar la adaptación al cambio climático y si no se genera una autoridad ambiental “con dientes”, los desastres llegarán a extremos gravísimos. “Llegó el momento de asumir el toro por los cachos, y deberá ser a través del Plan Nacional de Desarrollo”, termina.
Durante el debate, Cecilia López Montaño, miembro de la Misión Rural, un proyecto que entregará recomendaciones de política pública para el desarrollo del campo en los próximos 20 años, se pregunta “¿a quién le importa el agua en el Estado?
Su respuesta es que da la impresión de que el tema no está en las grandes decisiones del Gobierno y como no tiene relevancia, no hay políticas a mediano y largo plazo para una problemática que, según dice, no se puede manejar a corto plazo, ya que, al menos en el sector rural, la falta de agua potable afecta el flujo de oferta de productos y tiene efectos sobre la equidad.
Asimismo, para Cecilia López hay una realidad con la que no se puede pelear: el rol del Estado ha cambiado. Está dejando de ser el proveedor de servicios públicos y la función está pasando al sector privado. En consecuencia, asegura, “si el Estado deja de ser proveedor, deberá al menos poner reglas claras y ser supervisor”.
Con estos fines, la solución que da es distinta a la agencia que proponen Clara López y Navarro Wolff. Según ella, Colombia requiere una Superintendencia del Agua, descentralizada y fuerte.
El senador insiste en la necesidad de la agencia, pero le preocupa de dónde podría el Gobierno conseguir recursos para dicho fin, si este año el presupuesto del sector del agua se redujo casi en un 50 por ciento respecto al 2013 y al Minambiente le quitaron 76.000 millones de su erario.
“¿Qué tan factible es crear nuevas instituciones en un momento en que le pedimos al Gobierno que se ajuste el cinturón?”, se pregunta Navarro Wolff.
Su propuesta es clara. Si bien dice que en la carrera de ningún político conviene hablar de aumentar los impuestos, él, y un grupo de ambientalistas y líderes de opinión (de quienes prefiere no hablar hasta tener un plan mejor estructurado), hablan de sacarle provecho a una tasa de reutilización del agua.
Ya hicieron los cálculos, y si se impone una tasa del 1% por el uso del agua a todos los tipos de usuarios, habría 99.000 millones de pesos disponibles al año para que Colombia mantenga sus acuíferos y se adapte al cambio climático.
Los asistentes al debate recibieron positivamente la propuesta y, según confía Navarro Wolff, la realidad es que muchos usuarios estarían dispuestos a pagar.
EL TIEMPO gracias a la invitación de Acodal al Congreso Internacional del Agua en Santa Marta.
Link tomado de: http://www.eltiempo.com/estilo-de-vida/ciencia/colombia-necesita-una-agencia-nacional-del-agua-/14570878